Sergio

Sergio

martes, 9 de septiembre de 2008

Puedo y no puedo

Aun puedo llevarte en mis brazos cuando estás cansado,
transportar en volandas tu sueño para que nada lo perturbe.
Aun puedo secar tus lágrimas con mis dedos
y besar tus pies y tus manos.
Aun puedo arrancarte miles de sonrisas,
calmar tu llanto, tranquilizar tu espíritu.
Puedo seguir tu carrera, calmar tu sed,
abrigar tu invierno, proteger tu espalda.
Aun puedo soñar despierto, y pensar que mañana
el sol te iluminará sin quemarte.
Pero me tiemblan los labios por todo lo que no puedo.
Se me parte el alma por lo que no puedo alcanzar para ti,
por lo que no podré parar, proteger, abrigar.
Porque mis brazos se irán menguando, mi risa borrando,
mi frente deshojando.
Pero mañana saldrá el sol. Te cogeré de la mano
o aprisionarás mi dedo mientras caminas a mi lado.
Mañana, con solo decirme ¡papá, ven!
la primavera se asomará a mi alma, y seré feliz
durante un montón de eternos y fugaces segundos
con solo poder llevarte entre mis brazos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Eloy, Sergio.
Aun arrastrando la diferencia horaria y abandonado el dulce relax de horarios aterrizamos y nos envolvemos de realidad.

Argentina nos brindo lugares de indescriptible belleza, manos amigas que apretaron fuerte, lagrimillas de despedida, frio extremo que combatimos con chocolate caliente, Iguazú, la Patagonia y sus distancias, los glaciares, y siempre Buenos Aires.

Y hoy comenzó para nosotros el cole. Y el desasosiego que no quiero trasmitir a mi hijo. La falta de confianza hacía la administración tras 5 años sin demasiados avances, a pesar de chillar fuerte. Y nuevamente se me pide paciencia. Que sabe nadie lo que es paciencia.
Jesus aprendió a leer en estos meses estivales. Le enseñé yo. Pierde el tiempo en el cole. No se relaciona. Es el eterno olvidado de fiestas varias, el blanco de miradas sucias y comentarios en voz baja que a veces hago como que no escucho y que arañan.

Sientete acompañado en tus noches en vela. Me pasa en cada inicio de curso.

Ojala pronto encontremos el equilibrio.

Y mucha fuerza, animo, y la bendita paciencia, que remedio.

Esperanza, los Jesuses y Silvia.

Eloy dijo...

Bienvenidos de nuevo a nuestra tierra.
Me alegro mucho de que hayais disfrutado de vuestro viaje. Espero algun día poder disponer del tiempo, la ilusión y las fuerzas para imitaros un poco y recorrer con mi familia nuestro maravilloso (y a veces cruel y despiadado) mundo.
Como imaginarás, puedo entender vuestro desasosiego y ádmiro vuestra energia. Cada día me pregunto si yo seré capaz de estar como tantos de vosotros,a la altura de entereza, fuerza y decisión para allanar el camino y endulzar un poco la vida de Sergio mientras yo aun esté aquí, y para encajar lo mejor posible tantas cosas que iran arrancandonos poco a poco la piel de nuestro maltrecho corazón.
Sergio también acaba de empezar al cole. Aun es muy pronto para saber como le irá, pero el primer día ha estado feliz y quiero hacer honor a tu nombre y conservar mientras pueda la esperanza de que esté a gusto y pueda aprender y desarrollarse todo lo posible. Espero que también Jesus tenga mejores perspectivas este año, y que todo lo que ha aprendido contigo lo aumente durante el curso.
Un abrazo y mis mejores deseos