Sergio

Sergio

domingo, 26 de octubre de 2008

Entre luces y sombras

Aun no ha salido el sol cuando me levanto,
tal vez hoy no salga, tal vez la nubes echarán de nuevo su telón de fondo.
Suena, como tantas veces ese impávido despertador y la luz que clava sus alfileres en mis ojos somnolientos me obliga a sacar fuerzas de flaqueza, a abandonar el calor de las sabanas.
Los latidos de mi corazón resuenan en las sienes, con su ritmo desafinado, con su agitación hiriente.
Me pregunto que vendrá hoy. Como casi siempre me pregunto si será un día más, o tal vez un día especial, por lo bueno, o lo malo.
Tal vez sea el ultimo, o tal vez aun le quede cuerda a mi reloj.
Me pregunto donde estaré dentro de 30 ó 40 años.
Tal vez ni el polvo de mis huesos quede por la tierra, tal vez esté viejito y olvidado, tal vez arropado por cartones junto al viejo puente.
Tal vez vegetando en una residencia, sentado en una silla de ruedas, con las manos dormidas y la mirada perdida detrás de un televisor.
Tal vez aun fuerte, viajando, riendo, quien sabe si soñando.
Y me asomo a tu cuarto.
Ahí estás tú.
Con tu carita de ángel. Aun dormido.
Como siempre, destapado, con la manta echa un ovillo y la almohada a los pies de la cama.
Aun soñando, aun con tus sonrisas en la recámara,
esperando a despertar para ir regalándolas, a raudales, pero solo a la gente que te quiere de verdad.
Resisto la enorme tentación de darte un beso, para evitar despertarte. Aun puedes disfrutar de tus sueños un ratito mas.
Vuelvo a mi rutina. Pero antes, aun pienso, ¿y tu? ¿ que será de ti dentro de 30 ó 40 años?.
Echo la vista atrás, y pienso...
¿Como pensaba yo que sería mi vida a estas alturas del partido, cuando aun era un chiquillo?
Bueno. Mejor no pensar. Aun toca andar el día de hoy.

lunes, 13 de octubre de 2008

Abrazos

Hace un par de horas te ibas a la cama. Con esas largas pestañas luchando por evitar caerse, y ocultarnos tus lindos ojos. En momentos así pienso en que a pesar de todo tenemos la suerte de que seas un chico tan tierno y "achuchable". Y tengo que pedirte disculpas por mi impaciencia, por mis agobios, por no ser capaz algunas veces de controlar la situación y calmarme para calmarte. Tengo que recordar, y creemé que es algo muy valioso para nosotros, que al contrario que Christopher, el niño protagonista del libro "El curioso incidente del perro a medianoche", tu si aceptas los abrazos y los besos, a ti si te gusta agarrarte a nuestras piernas y dar esos abrazos largos con una enorme sonrisa en tu cara, que alivian nuestro corazón. No quiero ni pensar lo duro que sería no poder abrazarte, no poder tocarte.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Estrellitas en el corazón.

Hoy quiero felicitar a mi pequeño Sergio. Hoy quiero, aunque él no alcance a leerme, transmitir mi orgullo y mi satisfacción por los progresos con que cada día nos anima, con los que cada día nos emociona.
Aunque aun no puedo hacer desaparecer de mi alma la tristeza, si quiero contarle que nos sentimos muy contentos por verle tan feliz en su nuevo colegio, esforzándose cada día por aprender cosas nuevas, comunicarse con más personas, decir mas palabras, ayudar con sus terapias. También quiero expresar mi alegría, admiración y agradecimiento a su profesora, Adela, ya que nos transmite la seguridad de que se trata de una gran profesional y una estupenda persona, y contamos con que a su lado Sergio sea capaz de progresar todo lo posible. Mi agradecimiento a la gente que nos ha ayudado y orientado y a los que lo harán en el futuro, desde el equipo de orientación educativa, logopedas, psicopedagogos y otros profesionales en los que depositamos nuestra fe y nuestra esperanza, y que esperamos que siempre podamos mantenerla. También nuestro agradecimiento mas sincero a mi compañero y amigo Juan Antonio, y muy especialmente a su hija Mª Ángeles por su ayuda y generosidad.
Y en la cima de todo lo que hace que nuestros corazones latan con fuerza, sufran, rían y lloren, la personita que nos hace luchar cada día y de quien recibimos los abrazos y los besos mas sinceros, dulces y entrañables. Sergio. Que ha aprendido nuevas canciones, que hace la fila en el patio y va al frente de sus compañeros camino de clase o camino del recreo. Por ser obediente, por esforzarse, por superar sus miedos, por aprender poco a poco a ir al baño y por ser tan cariñoso y sonriente.
De nuevo, durante unos días, sale el sol en este Estrecho que compartimos con otros padres que viven emociones, alegrías y penas similares. La semana pasada tuve que pasar momentos que se me hicieron muy duros, que me recordaron que aunque avanzamos, que progresamos visiblemente por días, siempre tendremos que recordar que el camino está plagado de espinas, y que frente a los avances, también hay otros aspectos en los que el dolor puede mordernos.
De nuevo cogemos aliento para superar un nuevo repecho. Al menos, todavía puedo llevarte en mis brazos y abrazarte con fuerza. Todavía me quedan muchas fuerzas para pelear por ayudarte a tener el mejor futuro que pueda brindarte.
Ahora duerme. Que tus sueños sean muy felices.

jueves, 2 de octubre de 2008

Cuesta

A veces cuesta tanto levantar la cabeza. Hay dias en que el peso de la vida saca sus brazos del suelo y tira hacia abajo, como si la tierra quisiera engullirte. Hay días en que todo es demasiado duro, y los minutos pesan en los bolsillos, y la curvatura de los labios tiende caerse por sus extremos. Hay días en que uno se dejaria llevar por el silencio.
Esta noche es una de esos días. Un mancha de polvo en el espejo. Un reflejo deforme de la existencia.