Sergio

Sergio

martes, 26 de agosto de 2008

Ahora que duermes


Esta tarde hemos estado en la piscina otra vez. Nos sentimos felices al verte tan entusiasmado, disfrutando de tu alegría, de tu infinita sonrisa mientras pedaleas aun torpemente dentro del agua, pero con unas ganas y una pasión increíbles. Tan entusiasmado estás que a veces gritas, y casi ni nos dejas sujetarte mientras avanzas hacia cualquier punto incansable y excitado.
Ahora ya duermes. Todo el cansancio de lo que parecía inagotable energía te ha vencido por unas horas, pero te siento feliz.
Ahora, en este rincón donde me sumerjo muchas madrugadas, repaso el día, repaso las cosas que soñaba y con las que sueño ahora. A veces recuerdo mis pensamientos, las expectativas de hace tan solo unos meses, de hace unos pocos años. Ya ves, desde hace mucho tiempo he intentado no hacer demaiados planes para el futuro, porque como una maldición, casi nunca se cumplían. Incluso las cosas más sencillas como programar unas vacaciones podía convertirse en misión imposible.
Pero que te puedo decir... nunca puede uno sustraerse de imaginar, de desear cosas para el futuro, de esperar que las cosas sean más o menos de una manera. Nuevamente me equivoqué.
El futuro no viene como esperaba, y tal como son las cosas, seguro que tampoco como las imagino ahora. Tal vez sea para mejor, pero en el pesimismo en que últimamente me sumerjo a menudo, no puedo evitar pensar que sea para peor. Quien sabe. Nadie sabe lo que puede pasar mañana. Cercano está el terrible ejemplo de esas pobres personas que han fallecido o han sufrido graves lesiones en el reciente accidente del avión de Spanair. Cualquiera podíamos haber estado allí.
Pero quien sabe del futuro. Lo que tenga que venir, ya vendrá. Y el futuro nos superará a todos, y un día seremos historia, y despues hasta desapareceremos de cualquier recuerdo, igual que desaparecieron las gentes que habitaron nuestro mundo hace unos centenares de años.
Ahora que duermes quiero que sepas que velo tu sueño, que eres el que me da las mayores alegrías, y también, por que no admitirlo, las mayores penas. Quiero que sepas que es por ti, por encima de cualquier otra cosa, por quien deseo estar vivo mañana. Quiero que sepas que eres lo más importante de mi vida. Por ti mis lágrimas, mis risas, mi rabia, mi ilusión, mi miedo, mi fuerza.
Ahora que duermes te mando mi amor envuelto en un millón de besos.

viernes, 22 de agosto de 2008

Aprendiendo


Como tú, Sergio, también nosotros vamos aprendiendo. Y para mi satisfacción tu vas más rápido que nosotros, y eso me llena de emoción y orgullo. Estos ultimos días en que las vacaciones nos lo han permitido, cada vez te defiendes mejor en el agua. Le has perdido en buena medida el miedo y te lanzas a mover brazos y piernas, a tomar velocidad para llegar a tu objetivo y a reir y disfrutar como solo tu sabes.
También estás aprendiendo a utilizar de forma más adecuada las palabras y frases que van incorporandose a tu aun escaso vocabulario.
También te hemos visto acercarte a otros niños y especialmente a las niñas y darles un sentido abrazo mientras en tu rostro se dibuja una amplisima sonrisa. Hemos visto en tu cara la ilusión y las ganas de jugar con ellos. Eso nos ha alegrado muchisimo, pero también nos ha desolado ver como no sabías como hacerlo, no sabías responder a sus preguntas y a sus solicitudes y finalmente como de una u otra manera te rechazaban. A pesar de nuestras ganas y con nuestra evidente torpeza, no sabemos como ayudarte a superar esa barrera con la que nos tememos te vas a encontrar cada vez más en tu relación con los niños de tu edad. Ahora que debes empezar el nuevo curso escolar, esto se hará aun más evidente y nos da miedo pensar que ese rechazo te haga volver a encerrarte más en ti mismo.
Ojalá que nuestros temores nunca se cumplan. Ojalá que te sientas feliz en el colegio y que puedas llegar a tener muchos amiguitos. Ojalá que tú también puedas tener un poquito más de suerte.

sábado, 9 de agosto de 2008

¡Papá!, ven.


Ayer fue un día especial. Cada día me sorprendes con tus avances, pero ayer tuviste un pequeño salto cualitativo. Por primera vez me llamaste sin verme, sin tocarme, para que te ayudase, y ese fue un momento muy especial. Me levanté como si un resorte empujara mi cuerpo, feliz por el nuevo paso que dabas, aunque un poco preocupado por tu voz de angustia y urgencia. Finalmente solo tuve que rescatarte de lo alto del mueble al que en tu afán de incansable escalador, te habías subido, sin miedo a la ascensión, pero finalmente temeroso del descenso.
También me siento muy feliz de ver que cada día estás más afectuoso y te gusta más relacionarte con otros niños y adultos, que intentas aprender y utilizar más palabras. Realmente sentimos que tienes un avance espectacular con respecto a sólo unos pocos meses atrás y eso nos llena de ilusión y felicidad.
En otro orden de cosas, conocimos a unas personas admirables que están intentando poner en marcha un proyecto, una fundación en Algeciras orientada a niños y adultos con necesidades especiales, y que en su concepción pretende dar cabida a todo aquel que necesite ayuda. Desde aquí quiero expresar mis mejores deseos para que el proyecto alcance el mayor éxito posible y sea un punto de encuentro, amistad, ayuda y aprendizaje para todos los que participen de una u otra forma. Mi admiración y reconocimiento para su fundadora, Yolanda, y todo el equipo de profesionales, voluntarios y amigos que seguro lo harán posible.
Y para ti, Sergio, que ya duermes tranquilo y feliz, todo mi amor.

miércoles, 6 de agosto de 2008

Cada paso

Parece que ha pasado una eternidad desde que deshicimos el equipaje con las cosas que habiamos preparado para el camino. Cambiamos el rumbo, las prioridades, las expectativas. Sacamos el traje de paseo y pusimos el de faena. Descartamos el perfume de sueños magicos, y nos echamos a cuestas la pomada para aliviar las heridas del alma. Ahora, aun por asumir tantas cosas, por escalar los muros de todos los obstaculos que jalonarán nuestra batalla, buscando la poción que nos dé fuerzas para atravesar las paredes que tapiarán nuestros objetivos, volviendo a la realidad de la vida, sabiendo que casi todas las frases de apoyo y casi todas las ofertas de ayuda, los "puedes contar conmigo para lo que haga falta...", los "si necesitas algo...", los ..., se quedarán ahí, cada uno en su casa y Dios en la de todos.
Lo entiendo, supongo que todos somos así. Cuando algo nos impacta se nos abre el corazón, y durante unos instantes, tal vez incluso unos días, todos estamos dispuestos a dejarnos el corazón por ayudar a los que nos necesitan. Luego, el tiempo pasará. Todos tenemos cosas que hacer. Tal vez los que también tienen que luchar cada día por alguien, los que sufren la incertidumbre y temen el futuro sean los únicos capaces de estar cuando los demás se van. De eso, seguro que otros padres que llevan más tiempo que nosotros en esta lucha, sepan más que nadie.
Por eso mi homenaje para ellos, para los pocos que he empezado a conocer, como Esperanza y Jesus, Amparo, Miguel. Hay muchos más haciendo el camino. Algunos durante muchos años ya. Aunque muchos de los que se cruzarán por nuestra senda no verán más allá de sus pestañas o solo verán su propio egoismo, otros tenderán su mano. Pero lo peor es que ahora es más facil sentirse solidario, atento, colaborador con nosotros cuando hablamos de nuestros niños. Pero mañana ya no serán niños, serán jovenes, adultos, personas de mediana edad, ancianos. Y en muchos casos no estaremos nosotros.
Seguiremos luchando pues. Aún queda mucho camino y el dolor y la necesidad nos hace fuertes.
P.D.: Si alguien descubre la poción magica, que avise...

viernes, 1 de agosto de 2008

Rayos de luz

Este blog nació por Sergio. Porque siempre ha sido y será especial. Porque es adorable. Porque cuando sonrie, el mundo parece un sitio muy lindo donde habitar. Porque sus abrazos son todo amor y sinceridad, y durante un segundo el mundo se para y el corazón deja de latir para poder inundarse con su emoción. Porque me encanta comermelo a besos. Porque disfruto como un enano provocando su risa haciendole cosquillas . Porque sus ojos se iluminan con lo más imprevisible, y llenan de luz cuanto le rodea. Porque es achuchable. Porque cada nuevo avance nos llena el corazón de felicidad. Porque ya casi dice del tirón "papá, te quiero... mucho". Porque cuando dice "hola" y "adios" nos suena como la más bella canción. Porque aunque a veces es incansable, testarudo y obsesivo, es lo más lindo que he tenido nunca.
Este blog nació también por los padres de tantos otros niños adorables que se ilusionan, son felices, sufren, rien y lloran; que se preocupan por el futuro de nuestros niños especiales en un mundo tan duro, competitivo y egoista como el que habitamos.
Este blog también es un desahogo, una carta a corazón abierto. El sueño de que un día puedas leerlo, que puedas entenderlo, que puedas sentir como se encoge el corazon y como brillan los ojos. Es solo el amor de un padre como tantos otros, tan igual en sus sentimientos, pero también como los demás, tan único como tú.