Sergio

Sergio

domingo, 2 de octubre de 2011

NUDOS


Enredado a mi alma
y a mi voz,
un nudo donde volver a asirse cada mañana,
un nudo que te sustenta,
que no deja pasar ni el viento,
un nudo son mis manos
aferradas a tus dedos,
un nudo que aprieta el corazón
que entumece los sueños.
A veces me llevas de la mano
para vencer mi miedo,
a veces temo a tus piernas
que quieren salir corriendo.
Y la noche despierta
en la ventana de los desvelos
y una gota de ceniza
se derrama por el suelo.