Sergio

Sergio

lunes, 13 de octubre de 2008

Abrazos

Hace un par de horas te ibas a la cama. Con esas largas pestañas luchando por evitar caerse, y ocultarnos tus lindos ojos. En momentos así pienso en que a pesar de todo tenemos la suerte de que seas un chico tan tierno y "achuchable". Y tengo que pedirte disculpas por mi impaciencia, por mis agobios, por no ser capaz algunas veces de controlar la situación y calmarme para calmarte. Tengo que recordar, y creemé que es algo muy valioso para nosotros, que al contrario que Christopher, el niño protagonista del libro "El curioso incidente del perro a medianoche", tu si aceptas los abrazos y los besos, a ti si te gusta agarrarte a nuestras piernas y dar esos abrazos largos con una enorme sonrisa en tu cara, que alivian nuestro corazón. No quiero ni pensar lo duro que sería no poder abrazarte, no poder tocarte.

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