Sergio

Sergio

lunes, 28 de julio de 2008

Lo suficientemente bueno

El nacimiento de Sergio fue el momento más emocionante de mi vida. Siempre me resultaron incómodos esos bebés, tan pequeñitos, arrugados y frágiles. Pero en cambio con Sergio todo fue distinto. Me sentía seguro, confiado feliz. Mi primer cambio de pañal fue casi como si llevara años haciéndolo. Lo manejaba con cuidado y a la vez con decisión, me sentía pleno.
Quise escribirle algo bonito, tal vez un poema, como tantos otros que había escrito a lo largo de mi vida. Pero no fui capaz de hacer algo que me gustase, algo que estuviese a su altura, lo suficientemente bueno.
Quería que si algún día, cuando fuera mayor y recordase su infancia, llegaba a leer lo que había escrito para el, se sintiera feliz y orgulloso. Que tal vez pudiera entender lo especial que había sido para mí, lo maravilloso de haber tenido la suerte de acunar en mis brazos su cuerpecito cuando apenas empezaba a saborear los primeros instantes de su vida, de besar su frente y de arrullar sus sueños.
Aun hoy no le he podido escribir nada. Me siento torpe y vacío por ello, aunque hoy se que nada será como imaginaba entonces. Tal vez nunca pueda entender un poema, ni captar el mensaje que esconde cada palabra, cada espacio, cada acento. Tal vez nunca pueda entender una broma, un chiste, un juego de palabras, una metáfora. Aun así lo quiero más que a nadie. Aun así, todavía no soy capaz de encontrar las palabras para escribirle un poema lo suficientemente bueno.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola, Eloy. Precioso texto. Hay un post para Sergio y para ti en www.nadietanfeliz.blogspot.com.
Un abrazo enorme a los dos.